El museo de la santa tortura
- Umbrales
- 1 may 2018
- 2 Min. de lectura
Caminando por la Alameda Chabuca Granda estoy emocionado porque acudiré a uno de los museos Metropolitano de Lima, el Museo de la Santa Inquisición, que se encuentra ubicada en jirón Junín en el centro de la ciudad. Son las 8 de la mañana, el recorrido será largo y extenso ya que en estas exposiciones encontraremos grandes esculturas y cómo eran torturadas las personas aquel entonces.
Decidí venir a este museo porque despierta un gran interés en mí. La sala de las audiencias es donde se llevaban a cabo los juicios y se puede apreciar una representación de las autoridades que formaban parte de la corte; en la parte del centro se encontraba el juez, quien tomaba las declaraciones del acusado. Se juzgaba actos contra la fe y la moral.
Las penas más severas era quemarlos vivos y se le aplicaba a los herejes quiénes iban en contra del dogma que dudaban en la santidad de la Biblia y no creer en los santos. Miraba la cruz que representaba la defensa de la religión católica. En cuanto a la arquitectura es de madera de cedro.
En mi recorrido también observe la sala de las torturas, cuando los presos entraban en contradicciones eran sometidos a crueles tormento. Existían tres tipos de tormento: la garrocha, el potro y el fuego. Les hablaré sobre la garrocha, fue una de las más usuales la cual era colgar al condenado con los brazos a la espalda a una soga que iban hasta una garrocha a una polea, entonces se levantaba el cuerpo a determinada altura y de pronto se soltaba súbitamente y se volvía a detener antes de tocar el suelo. Y así fue como culminó esta increíble experiencia llena de conocimiento.
- Halinton Valiente -
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