SORAS, el pueblo que no olvida
- Umbrales
- 27 abr 2018
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Sendero Luminoso (SL) y la matanza perpetrada por venganza.
Con la mirada perdida, los ojos llorosos y el silencio en su andar, van rumbo al penal de Ancón I las familias de las víctimas del atentado de Tarata y la matanza de Soras. El 18 de abril del 2018 será el día en que aquellos sindicados como colaboradores de tan cruel accionar, saldrán en libertad.
En la historia peruana una vez más dos terroristas logran con artificios legales conseguir la comparecencia restringida. Después de haber cumplido una condena de 25 años de prisión efectiva por el delito de terrorismo; Osmán Morote y Margot Liendo afrontarán sus juicios pendientes en la modalidad de arresto domiciliario.

¡NO A LA LIBERTAD DE TERRORISTAS!, gritan las familias de las personas asesinadas. Todos observamos como ambos cabecillas senderistas se dirigen a sus domicilios, en Chaclacayo y Santa Anita respectivamente. Morote, un anciano con arrugas en la frente y los ojos cansados, nos observa y esquiva, solo atina a caminar directo a la puerta de su casa. Liendo, sin expresión alguna y mirando al piso, se dirige a su vivienda, no habla, no mira, no dice nada; y es ahí donde la impotencia se apodera de los deudos de Tarata y Soras.
MATANZA DE SORAS
16 de julio de 1984, un autobús repleto de pobladores del distrito de Soras, Ayacucho; es detenido por un grupo de supuestos “militares”, que no eran más que terroristas de la cúpula de Sendero Luminoso.
Con todo lo que tenían a la mano perpetraron su cruel cometido, asesinar a aquellos que contradecían a su líder. Víctor Quispe, alias “camarada José”, era el encargado de cumplir el objetivo, silenciar a todo aquel que se opusiera a las órdenes impuestas y a la ideología de los revolucionarios: el "pensamiento Gonzalo".
Todo inició en un simple autobús y terminó en la plaza de armas de Soras, donde alrededor de 100 personas fueron masacradas, la brutalidad del acontecimiento aún se encuentra en los recuerdos de aquellos que por la gracia de Dios están vivos.
“Escuchamos 18 disparos seguidos. Tiro por tiro”, nos dice Diómedes Jáuregui, los gritos inundaron mis oídos y mis ojos repletos de lágrimas no encontraban respuestas, solo atine a correr a mi casa, quería salvar a mi familia, indica.
Lo vivido marca la vida de una persona, son hechos que dejaron un centenar de familias rotas, familias que caminan en una vida marcada por el dolor y la indiferencia, por las indemnizaciones que tardan y el perdón que con los años parece imposible.
No olvidarse de lo ocurrido en la época del terror es nuestra obligación, el creer que existirá la justicia es nuestro ideal, dejemos de lado la apatía y hagamos que todos recuerden que sin justicia no existirá la paz.

- Juana Aguado -
Que injusticia para todas esas familias que perdieron a alguien en esos atentados y que injusticia para todo el Perú y esa generacion que tubo que vivir todo lo que en esos años hicieron sus vidas de terror, miedo y desesperación..
Es indignante que terroristas de ese calibre salgan en libertad luego de afrontar sólo 25 años de condena. Me pongo en el lugar de las familias que sufrieron pérdidas por culpa de unos seres cegados por la ideología del terror "El pensamiento Gonzalo". Lamentable que las leyes peruanas hayan sido tan blancos con estos criminales.
Los que vivimos esos años de terror, podemos opinar con responsabilidad y detallar lo sucedido en los años 80.
Los cobardes atentados por parte de los miserables delincuentes terroristas, no se puede olvidar con tanta facilidad, porque fueron años de terror donde murieron gente inocente, cuyos familiares hasta ahora lloran su partida, sin embargo nuestros grandes magistrados ahora les dan la oportunidad de salir libres como si fueran delincuentes comunes, NO SEÑORES esos miserables que sembraron terror y atraso a nuestro país, deben morir en la cárcel y no tener ninguna consideración por parte de la ciudadanía.
Lo único que puedo decir a todo esto. . .. Que es una burla para las familias que perdieron aun familiar por culpa de estos desgraciados que ni siquiera deberían ser vivos; no solo es una burla para los ciudadanos de a pie que fallecieron en las manos de estos malditos, si no también para los que dieron su vida por combatir estar lacras y dieron su vida por dejar al país libre de estos malditos.... Yo me siento indignada porque es una burla para mi familia, por culpa de estos malditos no conocí a mi padre para que ellos si estén vivos y salgan a disfrutar de su familia mientras yo jamás podré disfrutar de mi padre, malditos deben…
¡Justicia! palabra que al parecer cambio de significado para algunos